lunes, 31 de mayo de 2010

Lesson 45



He pasado 45 horas de mi vida con este pequeño grupo de seres incomprensibles y todas y cada una de ellas han sido inolvidables (que no buenas). Me han enseñado a enseñar mejor que ninguna asignatura de Didáctica y, lo más importante, me han recordado lo que significa ser niño (niño concreto, no el ser abstracto del que hablamos en la Universidad).
En la clase de hoy, que ha consistido en juegos, básicamente, también les he pedido que me dijeran lo que les gustaba de mis clases y lo que no. Y la verdad es que el resultado ha sido muy satisfactorio: les han gustado la mayoría de los juegos, el sistema de recompensas que he utilizado, las canciones... Y no les ha gustado cuando me enfadaba (lo contrario habría sido preocupante) y algún que otro juego que, la verdad sea dicha, era bastante flojillo. Así que me llevo un balance totalmente positivo de mi breve experiencia como maestra y la convicción de que quiero dedicarme a los niños toda la vida. Creo que son la herramienta más eficaz para contribuir a la construcción de una sociedad más sana (en el más amplio sentido de la palabra) así como más tolerante y respetuosa. Y no se me ocurre mejor trabajo que el de profesora para contribuir en ese cambio.

P.D.: Esta será mi última entrada en este blog por ahora. Si hay suerte, lo retomaré en Septiembre / Octubre, hasta entonces, sed felices. Seguiré escribiendo (espero que con más frecuencia que hasta ahora) en http://iwasthinkinabout.blogspot.com

lunes, 24 de mayo de 2010

Cracks

Magisterio se incluye en la rama de estudio de las Ciencia Sociales o las ciencias no exactas, por oposición a las Matemáticas, por ejemplo. De ahí que el trabajo que se realiza día a día en el aula tenga un efecto incierto sobre nuestros alumnos: puede que a algunos les resbale, puede que a otros, en el camino entre un oído y otro se les quede algo y puede que a algún otro le resulte muy revelador alguna parte de todo el rollo que les metemos a los pobres en una hora de clase (aunque yo la verdad es que me lo paso muy bien :) ).
En cualquier caso, cuando algún examen externo al centro aprueba a todos tus alumnos, se te sube el ego, qué le vamos a hacer.

Porque puede que detesten tener que quedarse en el cole hasta las cinco toooodos los días de todas las semanas, pero al final el esfuerzo ha dado resultado. Y, ya digo, nunca sabremos si han influido más los juegos y ejercicios que he hecho con ellos, su propio interés u otros factores totalmente ajenos al aprendizaje del inglés (véase padres pesados), el caso es que mis niños son unos cracks (pronúnciese /kræk/, por favor, que estamos en clase de Inglés ;) ) y me encanta hacerme la ilusión de que he tenido algo que ver en el proceso.

jueves, 6 de mayo de 2010

Risa

Por algún extraño motivo, la risa queda excluida del colegio como si fuera perjudicial para el desarrollo de los niños. Cerramos la puerta del aula y nos olvidamos de chistes y tonterías varias para dedicarnos a "lo importante".
Puede que detrás de esta actitud esté el miedo a parecer un profesor que no se toma en serio su trabajo o quizás a que los niños empiecen a considerarnos más un colega que una figura a la que respetar y escuchar. Pero se nos olvida que la risa, ante todo, es una forma universal de comunicación.
Como dicen "First Degree":
Tell everybody they laugh in the same tongue
Tell everybody they cry in the same tongue
Y es que últimamente me he dado cuenta de esto con mis niños de tercero. He tenido, en dos días diferentes, momentos en los que me he tenido que reír abiertamente ante las ocurrencias de los chavales:
Un día, explícandoles lo que íbamos a hacer "at the beginning of the lesson" les entró una risa generalizada que yo no entendía... "¡Bikini! ¡Bikini!" decían, y se partían.
Y ayer, jugando a charades (mímica) R me dijo que si podía hacer como que estaba cazando. Le dije que sí y, tras unos segundos en la zona donde solemos hacer la mímica disparando un arco imaginario, pasó a tomar medidas más drásticas paseándose por toda la clase y haciendo como que disparaba a sus compañeros con una escopeta.
Y cuando finalmente uno de ello dijo "He is hunting", exclamó: "¡¿Pero por qué no se mueren?!"

Reíros, maestros, que nadie se ha muerto todavía por una buena carcajada.